A diario vendemos de todo: ideas, servicios, sueños. ¿Cómo lograr que el mercado confíe en nosotros y en nuestros productos?
Por: Pablo Cateriano
Pese a mi escasa experiencia como vendedor (vendo ideas desde hace apenas poco más de quince años), me atrevo a compartir 10 características que debe tener uno y que tengo siempre presente en mi trabajo diario. Lo hago porque veo –recién ahora– que en el fondo todos en nuestra vida profesional somos vendedores. Unos de ideas, otros de productos, algunos de sueños e ilusiones. Aquí van.
1) Informado. Para vender tienes que conocer a fondo tu producto. Ser un experto o, mejor aún, parecer su inventor. Y una persona está siempre informada si es curiosa (una cualidad que tienen todos los periodistas, por ejemplo).
2) Seguro. ¿Comprarías lo que vendes? La respuesta a esa pregunta siempre tiene que ser sí. Caso contrario, revisa todo.
3) Responsable. Hay que trabajar pensando siempre que uno es su propio jefe, sabiendo además que la evaluación tarde o temprano llegará y que, si uno no estuvo a la altura de la confianza, lo perderá todo.
4) Creativo. Lo que más fomento en mi equipo es la creatividad. Será porque es lo que más disfruto. Sin duda, la herramienta que permite lograr la mayor cantidad de éxitos. Nunca son suficientes las horas que se dedican a crear cosas nuevas e innovadoras.
5) Buen comunicador. Hoy, si no transmites sentimientos, si no cuentas buenas historias, si no eres persuasivo, estás muerto. Siempre debes tener algo que decir (sobre todo en las reuniones de trabajo). El mudo, a pesar de que cumpla bien sus funciones, no funciona.
6) Puntual. Admiro a la gente puntual. La respeto y la valoro. Es no solo una muestra de buena educación sino,
“HOY, SI NO TRANSMITES SENTIMIENTOS, SI NO CUENTAS BUENAS HISTORIAS, SI NO ERES PERSUASIVO, ESTÁS MUERTO. SIEMPRE DEBES TENER ALGO QUE DECIR (SOBRE TODO EN LAS REUNIONES DE TRABAJO). EL MUDO, A PESAR DE QUE CUMPLA BIEN SUS FUNCIONES, NO FUNCIONA”.
Sobre todo, una excelente costumbre que te ordena.
7) Sereno. Siempre habrá discusiones. Hay que enfrentarlas con tranquilidad y, sobre todo, nunca pelearse. “El mundo da vueltas”.
8) Simpático. A nadie le gusta la gente antipática, soberbia o sabionda. Un vendedor es en esencia cordial, empático, amigable. No el dueño de la verdad. Y, ojo, eso no se simula. Te sale.
9) Honesto. La mejor carta de presentación. El mercado siempre identifica a la gente honesta. Por eso, nunca prometas algo que no vas a cumplir, nunca afirmes algo que no es cierto, nunca creas o supongas: confirma.
10) Ambicioso. Sin ambición no logras nada. Hay que soñar siempre en grande. ¿Mis favoritos? Punto 1 y 10… pero nunca olvido los otros ocho.